martes, 22 de abril de 2008

Mujeres maltratadas pueden dar a luz bebés con problemas de conducta


En una conferencia celebrada en el campus de San Vicente del Raspeig (Valencia), con el tema “Vida psíquica y emocional del feto”, el catedrático Luis Cibanel sugirió la posibilidad de que los recién nacidos de madres que han sufrido maltrato o tensión constante durante el embarazo, desarrollen problemas de conducta con una tendencia a la ansiedad, la agresividad o la hiperactividad. También puede suceder con los niños que nacen en un matrimonio mal avenido.

También destacó la importancia que muchos ya conocemos de dedicar nuestros mimos al bebé cuando se encuentra en el vientre materno, tanto por parte de la futura mamá como del papá. Hablarle, acariciarle, ponerle música y un sinfín de gestos afectuosos, hará que cuando el bebé nazca, se sienta seguro, protegido y con una mayor autoestima.

El curso de Salud mental infantil desde la gestación, del que forma parte esta conferencia, tiene como fin sensibilizar a los profesionales de la salud que cuidan de las embarazadas y del feto, otorgando gran importancia a la vida psíquica del niño antes de que nazca.

Duración Malos Tratos Para Las Mujeres Atendidas En El Año 2006

Acude a la televisión para reconciliarse con su pareja y luego la mata

La policía no pudo localizar al asesino para comunicarle la orden de alejamiento aunque salió en televisión en el programa «El diario de Patricia».

Un hombre de 30 años acudió el 21 de Noviembre de 2007 al programa de Antena 3 El Diario de Patricia para pedir públicamente a su pareja que volviera con él, aunque obtuvo un «no» por respuesta. La mujer, de nacionalidad rusa, fue acuchillada el domingo y murió ayer.
La Policía ha detenido al hombre y esa misma mañana fue trasladado al Palacio de Justicia de Alicante, donde declararó en las próximas horas por este suceso.
Ella había renunciado a una orden de protección contra su ex pareja, que fue condenado por maltrato sin lesión, aunque la sentencia aún no era firme. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) han informado de que el primer antecedente de la pareja se remonta a marzo de 2007, cuando la víctima, de nacionalidad rusa, denunció el robo de documentación.
La juez dictó una orden de protección que impedía a su compañero sentimental acercarse y contactar con ella durante la tramitación de la causa, pero después la mujer se negó a declarar contra él. Este procedimiento se sobreseyó provisionalmente en el mes de junio, después de que ella se personara en el juzgado en abril pidiendo que dejaran sin efecto la orden y anunciando que habían vuelto a vivir juntos.
El pasado 31 de octubre, el Juzgado de lo Penal número 3 de Alicante condenó al ahora presunto autor del homicidio por un delito de maltrato de obra sin lesión a once meses de prisión y prohibición de acercarse a la mujer a menos de 500 metros durante dos años. Sin embargo, esta condena no le había sido comunicada al procesado porque no pudo ser localizado por la policía.

PROGRAMA PISO TUTELADO PARA MADRES SOLTERAS

PISO TUTELADO PARA MADRES SOLTERAS.

Este Programa comenzó a funcionar a principios de 1991. Se trata de un recurso social cuyo colectivo de atención son las Madres Solteras acompañadas de sus hijos/as o mujeres solteras en avanzado estado de gestación, mayores de 18 años, sin problemas de drogodependencias, ni enfermedades mentales graves o infectocontagiosas que puedan alterar la normal convivencia con el resto de compañeras.

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En la actualidad también se valora el ingreso de mujeres víctimas de violencia doméstica. En el Piso Tutelado se lleva a cabo un PROGRAMA EDUCATIVO INTEGRAL, que persigue en último término la Autonomía de la familia en todos los niveles. Comienza con el acogimiento y la satisfacción de las necesidades básicas (techo, comida, ...) y prosigue con el establecimiento de un Plan de Intervención global e individualizado a cada mujer. El Equipo Profesional del Programa es un Equipo Multidisciplinar que cuenta con diferentes profesionales y voluntarios que apoyan la intervención. Las mujeres por otro lado se integran en las diferentes actividades que la asociación desarrolla (Talleres de Economía Doméstica, Talleres de Habilidades Sociales, programa de alfabetización informática Red Conecta, cursos de Formación Ocupacional, programa de Garantía Social, ...) El ingreso en el Piso Tutelado será valorado y determinado por el Equipo Profesional del Programa. Para ello será necesario que sea remitido un informe social sobre la unidad familiar así como la documentación relevante e informe médico sobre su situación. El Piso Tutelado será ocupado por varias mujeres y niños/as que vivirán en comunidad rigiéndose por un sistema de participación. Cada beneficiaria o unidad familiar dispone de una habitación propia. A su llegada las mujeres deberán aceptar y firmar el Reglamento de Régimen Interno del Piso Tutelado.

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PROGRAMA CASA DE ACOGIDA PARA MUJERES VÍCTIMAS DE MALOS TRATOS

Este recurso está además integrado como Casa de Acogida en la Red de Asistencia a mujeres víctimas de violencia doméstica de la Junta de Castilla y León La Red de Asistencia a la Mujer es un conjunto de recursos que en el ámbito de la Comunidad de Castilla y León, ofrecen una atención integral a mujeres que han sufrido malos tratos y, cuando proceda, a los menores que tengan a su cargo. Red de Asistencia a mujeres.

La Mayor Parte De Las Acogidas Han Sufrido Maltrato Físico Y Psicológico



06/07/2007

Según los datos ofrecidos en el informe de la concejalía de la Mujer, la mayor parte de las mujeres que acoge el centro municipal responde a un mismo perfil: mujer de entre 26 y 40 años, víctimas de agresiones físicas y psicológicas, con un hijo entre uno y cinco años de edad y con estudios primarios. El 40% de las ingresadas provienen del municipio de Oviedo, mientras el resto llega de otros concejos, principalmente de la zona central. Si en el momento del ingreso en la casa de acogida un 16% de las mujeres se encontraba trabajando, el porcentaje aumenta a un 29% de mujeres cuando abandonan el centro. Por lo general, estas inquilinas ingresan con un niño y han concluido sus estudios primarios. De entre las inmigrantes, el 21 % tiene trabajo al entrar en el centro, pero un 36% lo abandonada con algún empleo.

Por otra parte, la oferta de talleres, que se desarrollan en centros sociales y en el propio Centro de Acogida Municipal, ha aumentado de 18 a 24 con relación al año anterior. Las actividades más demandadas son las relacionadas con habilidades sociales, yoga, trastornos alimenticios, risoterapia y yoga.

martes, 15 de abril de 2008

Manifestaciones de violencia psicológica:

a) Abuso verbal: Rebajar, insultar, ridiculizar, humillar, utilizar juegos mentales e ironías para confundir, etc.

b) Intimidación: Asustar con miradas, gestos o gritos. Arrojar objetos o destrozar la propiedad.

c) Amenazas: De herir, matar, suicidarse, llevarse a los niños.

d) Abuso económico: Control abusivo de finanzas, recompensas o castigos monetarios, impedirle trabajar aunque sea necesario para el sostén de la familia, etc.

e) Abuso sexual: Imposición del uso de anticonceptivos, presiones para abortar, menosprecio sexual, imposición de relaciones sexuales contra la propia voluntad o contrarias a la naturaleza.

f) Aislamiento: Control abusivo de la vida del otro, mediante vigilancia de sus actos y movimientos, escucha de sus conversaciones, impedimento de cultivar amistades, etc.

g) Desprecio: Tratar al otro como inferior, tomar las decisiones importantes sin consultar al otro.

Síntomas para reconocerse víctima de violencia doméstica:

a) ¿Has llorado hasta dormirte por haber sido golpeada o insultada por tu esposo?

b) ¿Has ocultado heridas o hematomas quedándote en casa, o poniéndote lentes oscuras?

c) ¿Te has dicho a ti misma: "Esta situación va a mejorar, debo tener paciencia"? No te engañes. Con esa actitud sumisa alientas al abusador a que continúe igual o peor.

Testimonio de Charlotte Fedders

Charlotte Fedders aparentemente lo tenía todo: casada con un próspero y buen mozo abogado, madre de cinco hijos saludables, casa con cinco dormitorios, socia de un exclusivo club, etc. Pero detrás de esa fachada se escondía algo horrible: el abuso físico y emocional al que su esposo la sometía a ella y a sus hijos. Durante 17 años aguantó en silencio.

Finalmente, Charlotte se armó de fuerzas para abandonar a su abusivo marido, y ahora es una campeona en la defensa de mujeres maltratadas. Ha publicado un libro titulado "Shattered Dreams" y ha testificado ante el Congreso. Tiene como metas elevar la conciencia sobre el problema y obtener reformas legislativas en el área de la violencia doméstica. Dice: "Quiero ayudar a que comprendan que ninguna persona tiene derecho de aterrorizar a otra".

"Al principio era joven...él era buen tipo. Me consideraba bonita, inteligente y digna de ser amada. El día de la boda caminamos felices por la nave central de la Iglesia: contamos con la bendición de Dios para nuestra unión".

"Luego vinieron las palabras amenazadoras... Me hacía sentir, fea, bruta, indigna del amor de Dios y de los humanos. Comencé a llorar todas las noches".

"Más tarde llegaron los golpes...Él me decía que me los merecía...Pensé que quizás él tendría razón...Yo recordaba que había prometido ser su esposa para siempre.

"Finalmente abrí los ojos y me llegó la liberación. El problema no era mío, sino de él. Una mañana de primavera me decidí a comenzar mi vida de nuevo, sola. Lo dejé y hablé. Me dije que nunca más viviría ese tipo de violencia y así ha sido".

Causas del maltrato

El catedrático en Psicología Clínica en la Universidad del País Vasco, Enrique Echeburúa, aseguró que en el caso de la violencia de género, el maltrato existe de "forma latente" desde "el principio de la relación".
Así, en declaraciones a Europa Press, Echeburúa aclaró que "no existe un maltrato aislado", y que en muchas ocasiones las víctimas tienen una distorsión cognitiva de la realidad y piensan que pueden "cambiar" la actitud negativa de sus parejas, mientras que lo que sucede es que con el paso del tiempo se "agrava" esa conducta violenta.

Echeburúa intervino el 14 de abril en Santiago en el Congreso Internacional "La Violencia y sus Contextos" con una ponencia sobre la "Violencia contra la mujer", en la que ofreció datos clarificadores para contextualizar esta actuación delictiva que ya es una realidad social.

Aseguró que los estudios realizados por el Centro de Violencia Familiar, que dirige, concluyen que "el maltrato es una conducta crónica". La socialización y la empatía ante el sufrimiento ajeno hace que el ser humano "aborrezca" la violencia, por lo que "es difícil ser violento por primera vez", pero luego los episodios de violencia se repiten en periodos cada vez más cortos y por motivos más triviales.

HOMICIDIO CONYUGAL

Además, en relación con los homicidios conyugales, Echeburúa destacó el incremento objetivo de estos delitos en los últimos años. Al respecto, aclaró que una de las principales causas de este aumento es el "nuevo papel de la mujer en la sociedad", que los hombres maltratadores no asumen.

Según el psicólogo, muchos hombres se han socializado en el modelo de que las mujeres están a su servicio, y creen que "tienen derecho a dominar a la mujer".

Además, la mujer ahora tiene un nivel cultural alto, en ocasiones superior al de su pareja, una profesión e independencia económica, y no está dispuesta admitir modelos de servidumbre en los que pudieron educarse generaciones anteriores. Para Echeburúa, es ese desfase entre las expectativas que tienen este tipo de hombres y de lo que obtienen en la vida cotidiana, lo que puede desencadenar episodios de violencia o incluso de homicidio.

En los últimos diez años, han fallecido en España a manos de sus parejas, entre 60 y 70 mujeres al año. Al respecto, Echeburúa destacó que el sistema judicial debería hacer cumplir "íntegras" las penas, ya que la solución no es endurecerlas sino "no rebajarlas".

Pero más allá de las penas por violencia u homicidio, a Echeburúa le preocupa evitar que el maltrato se llegue a producir. Para ello, dijo que era necesario analizar la actitud de la pareja y distinguir entre una mala relación y discusiones aisladas, con una conducta violenta o represora.

Según los datos del estudio realizado por el Centro de Violencia Familiar, Echeburúa aseguró que las circunstancias que "conducen" a un homicidio conyugal son el abandono al agresor y la separación por un periodo inferior a los nueve mes, tras una convivencia prolongada en la que se sufrió maltrato físico y las amenazas de muerte.

En este sentido, subrayó que los casos de violencia contra los hombres constituyen entre un 10 y un 15 por ciento del total de los casos de homicidio conyugal. Pero al contrario de la violencia ejercida contra las mujeres, este tipo de asesinatos se producen como consecuencia del "miedo extremo" de la mujer a su agresor, en defensa ante los ataques de su pareja, y por desesperación y desamparo, aclaró.

MALOS TRATOS

El psicólogo señaló que el abuso del alcohol, el consumo crónico de drogas, y los celos patológicos son las conductas características de un agresor tipo. Además, la creencia de que la mujer debe ser sometida al marido, de que la violencia es una forma válida de solución de los problemas, y la negación o minimización de lo sucedido suelen ser los factores detonantes de la violencia de género.

En cuanto a las víctimas, el autoconvencimiento de que el hombre violento o posesivo puede cambiar, junto con la dependencia económica o emocional, la vergüenza a relatar los hechos, las presiones religiosas o familiares, la baja autoestima y las cargas familiares, hacen que no se atrevan o retrasen la denuncia de las agresiones.

Así, del total de víctimas de la violencia doméstica, el 57 por ciento sufren maltrato psicológico y el 43 por ciento físico. En este sentido, Echaburúa quiso destacar que, aunque es menos evidente, el maltrato psicológico provoca tanto daño y secuelas como el maltrato físico.

Además, de la muestra tomada en su estudio, el cuatro por ciento de las mujeres se declararon maltratadas, lo que supone un total de 680.000 víctimas. Asimismo, añadió que otro siete por ciento de las encuestadas, un total de 1.200.000 mujeres, que negaron sufrir maltrato, eran "técnicamente" víctimas de violencia doméstica.

MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Por otra parte, para este psicólogo, el sensacionalismo con que se informa de este tipo de sucesos, puede alentar en algunos casos a que ciertas personas que pensaran tener comportamientos negativos con sus parejas puedan llevarlos a cabo.

Pero, según Echeburúa, en la mayoría de los casos, los medios de comunicación han contribuido a hacer visible el tema de la violencia doméstica, que existe desde siempre, pero que "antes se acallaba". Eso es positivo porque a alentado a muchas víctimas que consideraban que esa situación pertenecía a la intimidad, a denunciar el maltrato que sufrían, destacó.

martes, 8 de abril de 2008

2008: año contra la violencia de género


La violencia contra la mujer es quizá la más vergonzosa violación de los derechos humanos, que no conoce de límites geográficos, culturas o riquezas. Y, mientras continúe, no podremos afirmar que realmente se ha avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz". Permítanme que tome prestadas estas palabras del ex secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, para iniciar este artículo que tan sólo pretende poner a disposición de la sociedad la capacitación profesional de la Enfermería para contribuir, desde nuestro compromiso, a terminar con lo que, según la ONU, es el crimen encubierto más frecuente en el mundo: la violencia contra las mujeres.

Hay estudios que estiman que entre el 20% y el 60% de todas las mujeres del mundo han sufrido violencia física a manos de su pareja u otro miembro de su familia. No existe zona geográfica en el mundo donde no haya o se produzca la violencia doméstica; es, por tanto, un problema universal. En nuestro país las cifras son alarmantes: todos tenemos en la memoria el que ya se conoce como 'Martes negro' de la violencia de género, día en el que cuatro mujeres fueron asesinadas en Cádiz, Madrid, Valencia y Valladolid. Ya son 20 el número de víctimas mortales en lo que va de año en España. A lo largo de 2007, fueron 99.

Aunque la estadística confirma que en España una mujer pierde la vida cada tres días por culpa de la violencia machista, hicieron falta cuatro muertes en apenas 24 horas para que los partidos políticos reaccionaran e incluyeran esta lacra social en los mítines. Se ha reabierto el debate sobre la utilidad de las medidas legales, de la Ley Integral contra la violencia de género... Un debate que es necesario pero que deberíamos alejar de la áspera pugna electoral y que deberíamos comenzar por aumentar la concienciación social sobre un problema que, lejos de moderarse, va a más. Porque el alcance de la violencia ejercida contra las mujeres es enorme y las consecuencias no sólo las sufren ellas, también sus hijos, su familia y la sociedad en su conjunto.

Si abordamos el aspecto legal, hacen falta más recursos económicos y humanos: reforzar los instrumentos judiciales y policiales de prevención y de reacción ante amenazas, intentar que haya más agilidad en las respuestas... Pero también es necesario adoptar medidas eficaces en el terreno social y educativo, pues queda mucho por hacer en el campo de la educación y la concienciación contra los hábitos machistas que todavía perviven en la sociedad española. Es necesario actuar antes de que se genere el problema, se normalice y, finalmente, se desencadene un drama que se reproduce con una frecuencia tan excesiva como sangrante.

Y, en ese esfuerzo educativo y de prevención, de entre los diferentes colectivos profesionales que tienen que implicarse en la violencia de género, la Enfermería juega un papel prioritario. En un porcentaje superior al 90%, los profesionales de Enfermería son mujeres, lo que permite un mayor nivel de complicidad con las víctimas, también mujeres. Nuestra actuación profesional, tanto en atención primaria como en atención especializada, nos sitúa cerca del paciente y, por tanto, nos sitúa de manera privilegiada en la prevención de actuaciones violentas, en la detección del maltrato y en el cuidado de la mujer víctima de la violencia. Con una formación adecuada, los enfermeros podemos contribuir a la solución de este problema en su fase inicial: cuando los malos tratos se están generando.

Es el compromiso que nos hemos marcado desde el CECOVA (Consejo de Colegios de Enfermería de la Comunidad Valenciana): sensibilizar a los enfermeros en la lucha contra la violencia de género y darles las herramientas adecuadas para la detección de posibles casos. Por la situación de vulnerabilidad que tiene la mujer, tenemos que ser capaces de estar alertas y detectar los signos (heridas, traumatismos, hematomas, etc.) y los síntomas (angustia, temor, baja autoestima) para atenderlas adecuadamente y evitar situaciones graves e, incluso, la muerte de las mismas. Por ello, el CECOVA ha designado 2008 como Año de la Enfermería contra la Violencia de Género, un compromiso que viene respaldado por diversas actuaciones que se desarrollarán en el marco de una campaña institucional, para lo que se contará con la coordinación y participación de los tres colegios profesionales (Valencia, Alicante y Castellón).

Pero no vamos a quedarnos únicamente en el desarrollo de una campaña informativa. Los enfermeros vamos a dar un paso más: estamos elaborando un protocolo de actuación para la detección de malos tratos y la atención a la víctima, que será herramienta de trabajo fundamental para los enfermeros y contemplará acciones específicas para mujeres inmigrantes quienes, debido a factores culturales, se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad. Este protocolo se verá reforzado con cursos de formación que servirán para reforzar la capacitación profesional de enfermero.

Las enfermeras siempre han luchado por erradicar la violencia de cualquier tipo y somos conscientes de que la Enfermería es clave en su detección y tratamiento. Por eso queremos dar hoy un paso al frente y sumar nuestros recursos para lograr atajar la violencia contra las mujeres y poner punto final a un coste inasumible para una sociedad avanzada y democrática.

¿ HA SIDO EL 2007 UN BUEN AÑO PARA LAS MUJERES ?




Los finales de año tienen estas cosas. Que, pasados los dias y las alegrías propias de estas fiestas, toca el turno de poner los pies sobre la tierra y hacer balance de lo que ha acontecido a lo largo y ancho de todo un año: buenas y malas noticias, catástrofes naturales, guerras, atentados terroristas, acontecimientos políticos relevantes, éxitos o fracasos deportivos, etc. Según se mire el año habrá sido bueno para un@s y malo para otr@s. Ya lo dice el refrán: nunca llueve a gusto de tod@s. Así que, a riesgo de insistir una y otra vez o repetirnos con las mismas cuestiones, cabe preguntarnos con total seriedad desde este blog:

¿Ha sido el 2007 un buen año para las mujeres en el ámbito laboral, de la Salud, de la Violencia de Género, de la Igualdad,..?

Hay razones objetivas para decir que sí. Pero también las hay -y muchas- para decir que no. Os invitamos a reflexionar juntos, continuando el post en leer más, el asunto bien lo merece y nos incumbe a tod@s.


Qué duda cabe que en políticas sociales para la igualdad se han dado importantes pasos con la promulgación de leyes como la Ley de Dependencia , una ley necesaria que establece normas y medidas sociales para establecer ayudas a personas dependientes ( mayores, disminuid@s físic@s o mentales, etc.) y sus cuidador@s ( mujeres en el 83% de los casos), aunque la aplicación de dicha ley aún no se ha hecho efectiva en la mayoría de las comunidades autónomas.
Otras leyes positivas en políticas de igualdad han sido las leyes que permiten el matrimonio de parejas homosexuales o el divorcio express , por mucho que la jerarquía eclesiástica convoque a sus “fieles” para pregonar que dichas leyes y el laicismo imperante en nuestra sociedad -y alentado por el gobierno- “atentan” contra la familia, ¡los derechos humanos y la democracia! .Más le vale a la iglesia no entrometerse en dónde no la llaman, pues cuando -a lo largo de la historia- debieron haber hecho algo para denunciar o evitar gravísimos atentados contra los más elementales derechos humanos y contra la Humanidad, no lo hicieron por conveniencia o por convergencia con sus propios intereses.
Continuando con el balance positivo, no podemos dejar de reseñar que en el pasado mes de Marzo se aprobó la Ley para la Igualdad que pretende garantizar la paridad entre hombres y mujeres en la política, las instituciones, el empleo, consejos de administración, etc. También celebramos que unos 100.000 padres hayan disfrutado de su recién ampliado permiso de paternidad ( de 4 a 15 días, no es que sea mucho pero supone un avance, también lo reseñamos aquí ). Lo triste es que ya se han dado casos de “mobbing” en ciertas empresas por acogerse los padres a este derecho, como lo tienen aún muchas mujeres para mantener sus puestos cuando quedan embarazadas o piensan quedarse.
Pero donde realmente tenemos que dar un balance negativo es en la lucha contra la violencia de género, que, en año más, no ha logrado disminuir el número de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex -parejas. Cada tres días muere una mujer en nuestro país victima de la violencia machista. El teléfono puesto por el gobierno (016) para atender a las mujeres maltratadas recibe 350 llamadas diarias, pero sabemos que las situaciones reales de maltrato son muchísimas más. Así están las cosas. Sin embargo, la Ley Integral contra la Violencia de Género ha tenido la virtud en sus tres años de vigencia de - como se reconocía hace unos días en la editorial de El País- de resaltar la gravedad repercusión social del tema y el riesgo potencial que corren muchas mujeres y las dificultades que tiene para hacerle frente. Con los datos en la mano no podemos tirar cohetes ni podemos decir que la ley haya alcanzado sus objetivos: 71 casos confirmados de mujeres muertas por causa directa de la violencia machista y cuatro más sin aclarar, más que en 2006 (68) y que en 2005 (58), según datos aportados en el periódico. Son las luces y las sombras de otra triste realidad: por un lado es altamente positivo que haya un cada vez mayor número de mujeres que se atreven a denunciar, pero por otro también podemos constatar como la mayoría de las mujeres asesinadas no habían denunciado su situación. En 2007 sólo un tercio de las víctimas habían dado el paso, lo que demuestra que estas cifras son sólo la punta del iceberg, con una gran cantidad de maltrato oculto o no reconocido por las víctimas como tal. Muchas de estas muertes se producen violando las medidas de protección y alejamiento previstas para evitarlas, a veces, propiciadas por las propias víctimas, por desconocimiento o por coacción de sus parejas o ex parejas. Es frecuente que en los medios aparezcan estas tristes y lamentables noticias, escenificando y trivializando macabramente en aras de la audiencia, situaciones como las que acabaron con la vida de una mujer, cuyo compañero y a la postre asesino, fue invitado al programa de Antena 3 “El Diario de Patricia” para “reconciliarse” públicamente con ella , días antes del fatal desenlace, a pesar que pendía sobre él una orden judicial por malos tratos, que la cadena decía desconocer (más datos e imágenes del programa en el portal elmundo.es ) .La Violencia de Género como espectáculo mediático es otro tema del que ya hemos hablado hace tiempo en este post . Ese “maltrato oculto” del que antes hacíamos mención en una de las claves para tomar las necesarias medidas de prevención en los diferentes ámbitos judiciales, sociales o educativos.Precisamente, en el aspecto judicial también tenemos que celebrar que en este principio de año se hayan puesto en funcionamiento 118 nuevas unidades judiciales, buena parte de ellas especializadas en violencia de género.Otra medida es la propuesta gestionada por el CGPJ (Consejo General del Poder Judicial ) para que lasmujeres maltratadas o que se encuentren en una grave situacón de riesg puedan tener acceso a un escolta privado. La iniciativa arranca de la constatación de que en muchos lugares faltan efectivos policiales pra cumplir con las órdenes judiciales de escolta para las víctimas de la violencia de género.
Habitualmente, cuando pensamos en la violencia contra las mujeres la limitamos a la violencia física grave (palizas, agresión con armas, muerte). Sin embargo, la violencia comprende también el maltrato psicológico, sexual, de aislamiento y control social, que suelen pasar mucho más desapercibidos. Esto es muy importante detectarlo a tiempo, especialmente entre las jóvenes parejas de adolescentes, para que sepan cuando tienen como pareja a un futuro agresor o maltratador. Según la definición de la ONU (1), la violencia de género* es «cualquier acto o intención que origina daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a las mujeres. Incluye las amenazas de dichos actos, la coerción o privación arbitraria de libertad, ya sea en la vida pública o privada». Estas conductas violentas incluyen 4 aspectos:
a)el control de los movimientos de las mujeres o la restricción de su acceso a la información o la asistencia (impedirle estudiar o trabajar, control económico, etc.), así como el aislamiento de su familia o amigas/os y de otras relaciones sociales.
b) las relaciones sexuales sin consentimiento o forzadas.
c) el maltrato psicológico, que comprende la desvalorización, la intimidación, el desprecio y la humillación en público o privado.
d) los actos físicos de agresión (p. ej., empujones, pellizcos, bofetadas, golpes, patadas, palizas, etc.).

Habitualmente, coexisten diferentes tipos de violencia en una misma relación de pareja. En muchas ocasiones, el maltrato comienza con conductas de control y desvalorización de la mujer. Más adelante, es frecuente el maltrato sexual y si no se logran los objetivos de obediencia y sumisión por parte de la mujer, suele pasarse al maltrato físico. Es decir, la violencia contra las mujeres no es un acto puntual, sino un proceso que se va instaurando y cronificando en el tiempo, por lo que es necesario detectarlo precozmente y prevenir su desarrollo, mantenimiento y secuelas.
Basta cotejar las grandes cifras que maneja la ley – 300.000 procedimientos judiciales iniciados, 71.000 órdenes de protección, 40.000 juicios celebrados y 50.000 agresores condenados- con la persistencia de las muertes un año tras otro para darnos cuenta de que, pese a las leyes, el comportamiento machista está todavía profundamente enraizado en determinados colectivos sociales. Es un hecho que, por ejemplo, las mujeres inmigrantes tienen seis veces más posibilidades de morir a manos de sus parejas que las nacidas en España, por las más evidentes y acusadas condiciones de dependencia y sumisión marital en que viven, sumadas además a su precaria situación legal en nuestro país, que las hace recelar de denunciar a las autoridades competentes cualquier caso de maltrato o agresión por temor a la deportación o las represalias de las mafias que las traen a España. La cuestión es que el 40% de las mujeres asesinadas en 2007 son extranjeras, mayoritariamente latinoamericanas. Es un dato que debe hacernos reflexionar de cómo la violencia machista tiene una importante dimensión cultural. Así que no es baladí que nos empeñemos con uñas y dientes en denunciar cuantas situaciones veamos vejatorias para las mujeres, sea en el ámbito doméstico, laboral, sexual, en los medios e comunicación, en la música, etc. Muchos machistas encubiertos nos tildan en sus comentarios de “feministas reprimidas” y exageradas que queremos sacar petróleo de dónde no lo hay . Sólo somos tres hombres que intentamos ver lo que hay bajo el iceberg. Y lo que hay es posible que escueza a muchos y muchas. Hay un hecho incuestionable: la violencia no tiene género pero sí mayores posibilidades que sea en una dirección y no en otra. Y por muchas y demostradas razones que la frialdad de los datos nos corroboran. Hace poco leí en un periódico como un ciudadano granadino de La Zubia demandó a su alcalde por un hecho que consideró discriminatorio para los hombres y que es justo reconocer. En unas jornadas municipales sobre violencia de género se desplegaron unos paneles donde rezaba el número de víctimas (mujeres y niños) de violencia de género en 2006, donde no se mencionaban los 14 hombres que murieron a manos de sus parejas o ex parejas aquel año. La indignación del ciudadano granadino se debía al hecho de “ocultar y silenciar” estas “trágicas muertes de varones” y a destacar en “grandes letras” sólo a las mujeres y niños/as. En su opinión la “arbitraria” exclusión de las victimas masculinas del cartel del ayuntamiento granadino vulnera la Constitución y atenta contra la dignidad, la igualdad y la equidad de los españoles, así como una deshonra para la memoria de esos 14 hombres y sus familias. Sin duda un dato que debe llevarnos a la reflexión cuando cotejemos los datos que nos proporcionan los organismos competentes. De hecho, el demandante se basó en el “Informe sobre la Violencia doméstica y de género en el ámbito de la pareja y ex pareja” del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), según el cual en 2006 se registraron 77 víctimas mujeres, tres de ellas menores y 14 varones, entre ellos dos menores.
Continuando con el balance, conviene detenerse ahora un poco en el ámbito laboral. El paro femenino es otra de las asignaturas pendientes. Según datos de la OCDE España es el cuarto país europeo con mayor volumen de desempleo entre el colectivo de mujeres, que duplica en cifras al paro masculino. También es notorio que -en igualdad de puesto de trabajo- su salario es un 30% inferior. Algunos datos y apuntes:
• el 91% de las empleadas del hogar son mujeres. De ellas, el 70% no cotizan a la seguridad social y pertenecen a la economía sumergida, por provenir en la mayoría de los casos del colectivo de inmigrantes.
• El porcentaje de mujeres que forman parte de los consejos de administración de las grandes empresas no llega al 4%. Algunas de dichas empresas, como El Corte Inglés discrimina notoriamente a las mujeres en sus expectativas de alcanzar puestos relevantes en la empresa, como denunciamos anteriormente aquí aquí y también en otros blogs.
• Maternidad y empleo : Se debería incentivar, como apuntan algunos líderes sindicales, que en los próximos convenios colectivos haya más planes de igualdad y que se construya una red de guarderías y escuelas infantiles, que ayudaría más a la conciliación laboral que el cuestionado "cheque-bebé" . Es un hecho que, tal como está el mercado laboral, muchas mujeres ven incompatible desarrollar una vida profesional llena y atender a sus hijos.
• Justicia: de los 4.289 jueces que hay en España, 1967 son mujeres y 2.322 son hombres. La proporción no parece muy desequilibrada si no fuera porque en el Tribunal Supremo las mujeres sólo representan el 8% de los jueces. Y un detalle, durante le 2006 ( no tengo datos de 2007 pero supongo que serán parejos) estas profesionales se pidieron 19 excedencias voluntarias por cuidado familiar .No hubo ninguna por parte de los hombres. Significativo.

Balza dice que la escolta a mujeres maltratadas de la Ertzaintza está 'por encima de lo previsto en el sistema legal'

El consejero de Interior, Javier Balza, recordó hoy que la decisión policial de establecer un sistema de escolta a mujeres víctimas de maltrato está 'por encima de lo previsto en el sistema legal' y aseguró que la retirada de esta medida responde a 'una nueva situación de la mujer fuera del 'riesgo especial' '.


Balza compareció esta mañana ante la Comisión de Mujer y Juventud a petición de la parlamentaria del PP Vasco, Laura Garrido, para informar sobre los criterios seguidos a la hora de retirar los servicios de escolta a tres mujeres maltratadas, al considerar que el nivel de riesgo de las afectadas ha variado.

El consejero criticó que con esta pregunta el PP 'no persigue ninguna otra finalidad que la confrontación política' y alabó la 'labor de la Ertzaintza en materia de malos tratos que lleva practicando muchos años antes que en ningún otro lugar del Estado'.

Balza explicó que los protocolos de la Ertzaintza en el desarrollo de las medidas de prevención incluyen la evaluación del riesgo que determina el tipo de protección. En este sentido, detalló que la decisión policial de establecer un sistema de escolta es un resultado 'por encima de lo previsto en el sistema legal'. 'La Ertzaintza no sólo realiza lo que se deriva decisiones judiciales, sino que toma y adopta decisiones de protección superiores a las que han dictado los jueces', dijo.

Asimismo indicó que en Euskadi 'no sólo se aplica la ley en materia de violencia de género, sino que se de sistemas propios y añadidos por encima de las medidas previstas' y especificó que la evaluación de la situación es un sistema 'exhaustivo y contrastado' por lo que 'no se trata de decisiones individuales'.

'No dependen de la percepción personal del oficiala de la Ertzaintza, si no que es el resultado de valoraciones de criterios de todo tipo como la situación personal de la víctima, los hijos, el agresor, sus antecedentes penales,etc', puntualizó.

Balza defendió que 'si el sistema funcionó cuando por encima decisiones judiciales y se han mantenido durante años, ahora también lo será cuando el resultado es el contrario' y apostó por 'huir de las valoraciones subjetivas, personales y políticas', ya que 'si no nos quedaríamos sin sistema'. 'Las decisiones no son subjetivas, sino que hay un trabajo serio avalado y contrastado', sentenció.

Respecto a las mujeres que llevan escolta, Balza detalló que en la actualidad sólo existen 16 casos en Euskadi y defendió que 'si se cuestiona el sistema sería una terrible injusticia para el resto de casos de violencia de género que no acceden a este tipo de protección'. 'Todas las mujeres que llevan una escolta puesta por la Ertzaintza han sido por una decisión tomada por encima de las medidas establecidas por el juez', reiteró.

Por último, explicó que en el caso denunciado por el PP por la retirada de escolta de tres mujeres, 'han sido revisados teniendo en cuenta las quejas de las víctimas antes de que se hiciera pública la polémica' y subrayó que 'en este tipo de delitos no se actúa con la frialdad administrativa'.

En este sentido, detalló que en uno de los casos se realizaron hasta cuatro valoraciones en tres meses y subrayó que 'en ningún momento se ha abandonado a las víctimas, sino que se han aplicado los sistemas adecuados a la nueva situación'. 'No hemos determinado que no haya riesgo, si no que existe una nueva situación fuera del denominado 'riesgo especial' ', puntualizó.

Las "señales de advertencia"

Aprende a observar y detectar los comportamientos que van determinando el proceso de creación de una relación violenta contestándote estas preguntas:

Si No A veces

1. Controla habitualmente
mi tiempo.

2. Es celoso y posesivo.

3. Me acusa de ser infiel
y coquetear.

4. Me desanima
constantemente a salir
o mantener relaciones
con los amigos o la familia.

5. No quiere que estudie.

6. No quiere que trabaje.

7. Controla mis gastos y me
obliga a rendir cuentas.

8. Me humilla frente a los demás.

9. Rompe y destruye objetos
de valor sentimental.

10. Me amenaza.

11. Me agrede.

12. Me fuerza a mantener
relaciones sexuales.

13. Agrede a los animales de
compañía.

14. Me desautoriza delante
de los hijos.

15. Compite con los hijos
por mi atención.




Si has colocado positivo: SI, A VECES

en las casillas 1, 2, 3=Te encuentras en el proceso de inicio hacia posibles maltratos.

en las casillas 4, 5, 6=Te encuentras en el proceso de gestación de la dependencia.

en las casillas 6, 7=Te encuentras en el proceso de control económico.

en las casillas 8, 9, 10, 11=Te encuentras en el proceso de maltrato muy grave.

en la casilla 12=Sufres abuso sexual.

en las casillas 13, 14, 15=Te encuentras en situación de maltrato psicológico/emocional.

Detenido el padrastro de la joven dominicana encontrada muerta en Lanzarote 8/04/08

El cadáver de Yulisa Antonia Pérez, de 18 años, fue encontrado el pasado mes de noviembre en un descampado de la isla

El padrastro de la joven dominicana Yulisa Antonia Pérez, de 18 años, cuyo cadáver fue encontrado el pasado mes de noviembre en un descampado de Lanzarote varios días después de desaparecer, ha sido detenido hoy en relación con el asesinato de la joven, informaron a Efe fuentes policiales.

Aunque luego quedó en libertad, Antonio F.M. ya fue detenido precisamente el día del hallazgo de la joven, el pasado 13 de noviembre, y tuvo que ser trasladado a comisaría ante el riesgo de ser linchado, ya que miembros de la comunidad dominicana y familiares de la chica lo señalaban como sospechoso.

Cuerpo encontrado en un vertedero

El cuerpo de Yulisa Pérez, de 18 años, fue hallado por un vecino de Arrecife cuando paseaba por la mañana a sus perros en las inmediaciones del vertedero de escombros de Argana Alta, en el extrarradio de la capital, Arrecife.

El cadáver se encontraba semienterrado junto al camino que conduce a la escombrera y presentaba algunos síntomas de violencia y de descomposición.

Yulisa Antonia Pérez residía junto a su madre, desde hacía seis meses, con el presunto homicida Antonio F.M. en el barrio de Los Geranios de la capital lanzaroteña.

Su madre denunció su desaparición el 8 de noviembre, cinco días antes de encontrarse el cadáver.

La autopsia reveló que la joven murió asfixiada y, aparte de las manos atadas a la espalda, no presenta otros signos de violencia, golpes ni indicios de abusos sexuales, según dijo entonces el comisario Antonio Fernández.

Las etapas de la violencia:

Inicio:
Amenazas, rotura de objetos, silencios, ironías, burlas.

Moderado:
Empujar, agarrar

Grave:
Abofetear, pinchar, dar patadas, arrancar el pelo, morder, aislar, controlar, escupir, fracturar

Muy grave:
Ahogar, agredir con objetos contundentes, violacion, uso de armas, quemar, flagelar

Fatal:
Todos aquellos en que se produce la muerte

Violencia Familiar


Son innumerables las formas la violencia familiar. Puede pensarse en violencia hacia los mayores, entre cónyuges, hacia los niños, las mujeres, los hombres, los discapacitados, etc. Además siempre es difícil precisar un esquema típico familiar, debido a que la violencia puede ser física o psíquica, y ocurre en todas loas clases sociales, culturas y edades. la mayoría de las veces se trata de los adultos hacia una o varios individuos.

En la práctica el maltrato tiende a "naturalizarse" es decir se torna cotidiano sobre todo a través de conductas violentas que no son sancionadas como tales. Muchas personas que maltratan son considerados (y se consideran a sí mismos) como de mayor poder hacia quienes son considerados ( se piensan a si mismos) como de menor poder. Cabe destacar que las personas que sufren estas situaciones suelen ocupar un lugar relativamente de mayor vulnerabilidad dentro del grupo familiar. En este sentido la violencia hacia los niños y las mujeres, estadísticamente reviste la mayor casuística, en cambio los hombres maltratados son solo el 2% de los casos de maltrato (por lo general hombres mayores y debilitados tanto físicamente como económicamente respecto a sus parejas mujeres). También cabe enumerar la violencia cruzada, cuando el maltrato pierde el carácter de aparente unidireccionalidad. Desde el punto de vista jurídico resulta dificultosa la comprobación. Cuando se trata de violencia física en su mayoría son lesiones leves, las cuales cuando dejan marcas desaparecen en no más de 15 días.

Por lo general quienes padecen estas situaciones tienen reticencia a denunciar lo que ocurre. Los motivos de este recelo ocupan desde hace muchos años a investigadores y profesionales. Por un lado porque se mantiene una espera de un cambio espontáneo de quién agrede, por otro lado se aceptan las disculpas (típicas) de quién agrede, y se creen las promesas que no se lo volverá a hacer (otro rasgo característico), también influye el temor al prejuicio social, las convicciones ético – religiosas, la dependencia económica, el miedo a represalias, la falta de esperanzas en la eficiencia de los trámites jurídicos, etc. Pero quizás el punto más álgido del razonamiento sobre el maltrato se evidencia en el sostenimiento del vínculo violento. En este sentido entran en consideración tanto el aplastamiento psíquico, la baja autoestima, la educación violenta, como también una consideración al suponer una relación signada de vicios y sistemas psíquicos o relacionales, o un posible montaje estructural subjetivo que impide romper el tipo de relación, etc.

Se debe considerar que la situación violenta no solo la padecen quienes sufren golpes o humillaciones, sino también quién propina esos mismos golpes y humillaciones.

Intervienen al respecto los modelos de organización familiar, las creencias culturales, los estereotipos respecto a supuestos roles relacionales, y las maneras particulares de significar el maltrato.

Es el estado el que debe velar por la protección de las personas involucradas, mediante acciones concretas tales como el dictado de leyes y demás normativas jurídicas, y la generación de espacios educativos, de contención e intervención comunitaria. Cabe destacarse que la represión por parte del estado al agresor no soluciona el problema, por lo que resulta esperable el fomento de una pronta asistencia psicológica hacia el, la, o los agresores que en muchos casos ejerce violencia sólo en la intimidad familiar y privada, ya que en otros ámbitos poseen un comportamiento cordial y afectuoso.


Mujeres Maltratadas

Algunos especialistas prefieren referirse al síndrome de la mujer maltratada. Si bien hay un importante número de hombres golpeados, la gran mayoría de los casos se trata de personas de género femenino. Desde el punto de vista estadístico ocurre en todas las edades pero se destaca en primer lugar entre los 30 y 39 años, luego entre 20 y 29 años y más tarde entre 40 y 49 años, le sigue entre 15 y 19 años, para finalizar con las mayores de 50 años. Las mujeres casadas constituyen un 66% del total, el resto lo componen novias, ex parejas, conocidas, amantes, amigas, etc.

La mayor vulnerabilidad femenina no solo se debe a causas físicas, también incide las mujeres suelen concentrar en la mayoría de los casos, la mayor carga y responsabilidad en la crianza de los hijos, además por diferentes cuestiones culturales condensan las tareas hogareñas y mantienen una mayor dependencia tanto económica como culturalmente de los hombres. Una mujer que abandona su vivienda se encuentra en mayor riesgo que un varón, pero debe tenerse en cuenta que las mujeres que dejan a sus abusadores tienen un 75% más de riesgo de ser asesinadas por el abusador que aquellas que se quedan conviviendo.

El 25 de noviembre es la fecha instituida como el día internacional contra la violencia hacia la mujer, en homenaje a que en el año 1960 tres hermanas dominicanas fueran violadas y asesinadas.


¿ Porqué continuan estas situaciones?

En cuanto al punto de los motivos por lo que una relación continúa pueden pensarse dos corrientes básicas.

La postura tradicional, que plantea que al vivir atemorizadas por represalias, los golpes, por la posible quita del sustento económico, las órdenes irracionales y los permanentes castigos, manifiestan un estado general de confusión y desorganización, llegando a sentirse ellas mismas culpables por la situación, y desconociendo así la educación patrialcal y machista que involucra a la mayor parte de las sociedades.

Otra postura se plantea del mismo modo la condena a la educación típica donde las mujeres aparecen con un lugar desventajoso, pero se detiene también en los modos estructurales de relacionarse, los montajes de relaciones. No hay que confundir esta idea con un razonamiento contrario que diría que si una persona sostiene una relación se debería a que esta sería placentera. Es evidente que una mujer golpeada no siente placer alguno, pero si entran en juego componentes subjetivos tales que en la práctica validan relaciones no placenteras.

Violencia hacia los niños

En el caso de los niños como en otros casos de violencia, también se da una relación de vulnerabilidad. Claramente los menores muestran inferiores recursos para defenderse de lo que lo haría un adulto. En este sentido el riesgo sería mayor porque se trata de un sujeto en constitución. Además se debe considerar el daño emocional y los efectos a corto y a largo plazo que provocan los maltratos.

En ocasiones se trata de golpeadores que fueron maltratados en la propia infancia (56.7% del total de casos), al intervenir patrones de repetición de los modelos de crianza parentales en los diferentes tipos de castigo administrado a sus hijos, pero no ocurre de este modo necesariamente. Para esto habría que pensar las maneras de relacionarse subjetiva de las personas involucradas frente a la fantasía típica infantil de que un niño es pegado por un adulto, y las múltiples maneras de desarrollo posterior.

También cabe considerar que muchos padres perciben como justos los castigos implementados, o perciben la desproporción del castigo ofrecido con la supuesta falta cometida pero se justifica de alguna manera (por la pobreza, por los nervios, etc.). Es considerable que los mismos adultos golpeadores suelen manifestar y percibir que han golpeado a sus hijos en muchas menos ocasiones de lo que realmente lo hacen. Si bién algunos de los adultos golpeadores suelen manifestar algún afecto posterior como arrepentimiento o lástima, en muchos casos se trata de padres que están a favor del castigo como medida disciplinaria y educativa. El castigo recibido por los adultos en la infancia suele guardar relación con el tipo de castigos físicos que se emplean para “corregir” a los hijos. Por lo general uno de los niños a cargo es más castigado.

El maltratador

El maltratador.Conceptos básicos:
-Utiliza la violencia con el fin de doblegar la voluntad de la víctima.
-Los ejes en que basa los abusos domésticos vienen determinados por la edad y el género.
-No es enfermo mental.
-Selecciona a la víctima y escoge el lugar del ataque.
-Tiene actitudes sexistas y creencias estereotipadas de las mujeres.
-Ve amenazado permanentemente su poder en el ámbito familiar.
-Impone el aislamiento social de su entorno familiar, como estrategia para romper la independencia y autoestima de su pareja. La imposición de aislamiento en no pocas ocasiones
va más allá de lo psicológico y pasa a la inmovilidad física, dándose situaciones de secuestro
en el propio hogar.
-Critica constantemente con el ánimo de crear inseguridad y fomentar la dependencia.
-No asume la responsabilidad de sus actos violentos ni considera el problema como propio.
-Tiene una gran capacidad de persuasión. Con extraños utiliza la seducción para imponer sus
criterios.
-Racionaliza su conducta violenta, la justifica y minimiza.
-Utiliza todo tipo de estrategias para lograr un único fin: que la mujer no se aleje o que vuelva
a su lado.
-Atribuye el problema a la propia conducta de la víctima, a la familia, el trabajo, la situación
socioeconómica.
-Representa una imagen social opuesta a la que tiene en el ámbito privado.
-Fuera de casa puede ser educado, alegre, amable, seductor, solidario, atento, respetuoso.
-Una de sus estrategias es la de convencer a la mujer de que no puede vivir sin él, cuando en
realidad es él quien depende “funcionalmente” de ella.
-Manipula a la compañera ejerciendo el control sobre los bienes materiales.
-Utiliza las visitas a sus hijos para acercarse a su víctima y seguir maltratándola.
-Tiende a manipular e intenta seducir a los profesionales con su juego de doble fachada.
-Entiende su equilibrio emocional como control absoluto del otro.
-Siempre pide una segunda oportunidad.
-Esgrime los celos para invadir y controlar la vida de la mujer.
-Tiene generalmente antecedentes de violencia en su familia de origen.
-Repetirá su conducta violenta en las sucesivas relaciones que mantenga con otras mujeres.

Mitos y creencias acerca del maltrato a la mujer hay muchos y derribarlos es un paso importante



Son muchas las creencias y mitos que utilizan las personas, consciente o inconscientemente, para justificar el maltrato que algunas mujeres reciben por parte de su pareja. A continuación algunos de ellos:

  1. Es ley de vida o la voluntad de dios.
    Más bien ley de muerte. También se podría decir lo mismo del maltrato de la mujer al hombre, que también existe, o del maltrato a niños o a ancianos. Está claro que maltratar jamás es ley de vida ni lo desea el dios en quién crea cada cual.
  2. Las personas son agresivas por naturaleza.
    Agresivas sí, violentas no. Precisamente, los humanos mediante el uso de su inteligencia y educación pueden expresar su agresividad contenida de forma que no dañe ni a otras personas ni así misma. Ser violento es no poder controlar la agresividad ni saber como, cuando y donde expresarla sin dañar a persona alguna.
  3. Maltratar consiste en golpear o asesinar.
    Existen varios tipos de maltrato, el físico es visible pero el psicológico apenas lo es. Ambos son peligrosos.
  4. Ellas provocan el maltrato.
    La violencia no es justificable, JAMÁS hay motivo alguno para maltratar a otra persona.
  5. Los hombres que maltratan están enfermos.
    Está demostrado que en menos de un 10% los maltratadores son psicópatas, en la mayoría de los casos son personas que carecen de valores humanos y sociales y sus conductas reflejan dicha carencia.
  6. El consumo de alcohol u otra droga son la causa del maltrato.
    Incierto. Son pocos los hombres alcohólicos que son violentos con sus parejas, de hecho, quién maltrata a su pareja en la intimidad no se muestra violento en otros momentos o lugares donde también está ebrio.
  7. De igual modo, muchos maltratadores no consumen alcohol o drogas en exceso. Es más, su consumo tampoco justifica la violencia.
  8. La mujer no deja la relación porque no quiere, porque es masoquista o porque realmente no es maltratada.
    Dejar una relación no es fácil, aún menos para una mujer maltratada que está destruida psicológicamente y es amenazada con matar a sus familiares, hijos e incluso a ella misma en caso de separarse o finalizar la relación. Tampoco es masoquista y disfruta de ese maltrato, simplemente su indefensión aprendida es una barrera difícil de superar. Además, el maltrato no es continuo sino se produce cíclicamente, donde amor y violencia se dan paso el uno al otro: primero “te quiero”, luego te insulto, te humillo o te golpeo y, finalmente, te pido perdón.
  9. Sólo son maltratadas las mujeres de clase social baja.
    No sólo no es cierto sino que el maltrato más difícil de erradicar es aquel que se producen en parejas de clases sociales altas. Si ya es difícil luchar contra el maltrato, aún más cuando el hombre tiene dinero y/o es de reconocido prestigio en su trabajo.
  10. Sólo las mujeres débiles son maltratadas.
    Del mismo modo que no se roba a una persona pobre, no se maltrata a una débil. Las víctimas son fuertes y con muchas ganas de vivir. Es precisamente esta fuerza y vigor vital la que es sustraída gradualmente durante el maltrato.
  11. No hay tanto maltrato, se está exagerando el tema.
    Incierto. Quizá hay que subir a un tren a 200 mujeres maltratadas y que una red organizada formada por maltratadores infiltren a varios de ellos para que se hagan explosionar y asesinen a todas las mujeres y dejen el tren hecho añicos para que así, seamos conscientes de la gravedad de este tema.

Ni decir que estos mitos son unas veces fruto de creencias ya establecidas en nuestra sociedad machista y en otras son extraídas de los medios de comunicación debido a lo poco y mal que informan acerca de la violencia de género.

Por último, en este artículo se ha tratado el maltrato en parejas heterosexuales donde la mujer es la víctima del mismo. También existe en parejas homosexuales, tanto de hombres como de mujeres, y en heterosexuales donde la víctima del maltrato es el hombre. No lo olvidemos: nadie está libre de ser maltratado, NADIE.

Eres una mujer maltratada

Advertencias:
No te golpea por ser alta o baja, gorda o flaca,
necia o inteligente, licenciada o analfabeta...
TE GOLPEA POR SER MUJER.

Cuando tu novio, marido o compañero te
golpea, te insulta, te amenaza, te hace
sentir humillada, estúpida e inútil...
ERES UNA MUJER MALTRATADA
Si te impide ver a tu familia o tener
contacto con tus amigos, vecinos...
ERES UNA MUJER MALTRATADA
Si no te deja trabajar o estudiar...
ERES UNA MUJER MALTRATADA
Si te quita el dinero que ganas o no te da
lo que precisas para las necesidades
básicas de la familia...
ERES UNA MUJER MALTRATADA
Si te controla, te acosa y decide por ti...
ERES UNA MUJER MALTRATADA
Si te descalifica o se mofa de tus actuaciones...
ERES UNA MUJER MALTRATADA
Si te castiga con la incomunicación verbal o
permanece sordo ante tus manifestaciones...
ERES UNA MUJER MALTRATADA
Si te desautoriza constantemente en
presencia de los hijos, invitándoles a no
tenerte en cuenta...

martes, 1 de abril de 2008

Aumentan las mujeres maltratadas que se refugian en casas de acogida para protegerse de sus parejas

Los expertos afirman que el incremento está motivado por el aumento de las muertes, que desencadena una mayor sensación de peligro. Baja la edad de las víctimas y el tiempo que permanecen alojadas

Mayor número de casos conocidos de mujeres muertas a manos de sus parejas, y por tanto, mayor sensación de un peligro real del que consideran necesario escapar de inmediato. Este es el motivo que explicaría el aumento registrado en 2007 del número de mujeres que han optado por dejar todo atrás y refugiarse en una casa de acogida, según la valoración de las especialistas que trabajan con ellas.

Así lo aseguró ayer la responsable del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Málaga, Pilar Oriente, que, junto al delegado del Gobierno, José Luis Marcos, ofreció el balance de atenciones realizadas por los diferentes recursos dependientes de este organismo de la Junta de Andalucía. Oriente explicó que este incremento, que ha pasado de 147 mujeres acogidas en el 2006 a las 189 de 2007, se produce después del parón experimentado en este tipo de acogimiento tras la entrada en vigor de la Ley Integral contra la Violencia de Género, que permite juicios rápidos y la salida inmediata del agresor del domicilio familiar.

Aunque sigue siendo así, los continuos casos de mujeres asesinadas a manos de sus parejas el pasado año han provocado que víctimas de malos tratos en situación extrema o en momentos delicados tales como la separación o el divorcio hayan optado por refugiarse en esos primeros momentos y evitar males mayores, en tanto se produce el juicio y las medidas de alejamiento y protección. De hecho, el tiempo de estancia de estas mujeres en la casa de acogida se ha reducido, pasando de los tres o cuatro meses de hace un par de años, al mes en la actualidad.«La edad de las mujeres de las casas de acogida también ha bajado, de los 35 a los 32 años. Esto significa que ellas aguantan menos», afirmó Oriente.

Pasos

Cuando una mujer reclama que quiere salir de su casa por el peligro que corre, pasa los primeros dos o tres días en el Centro de Emergencia. Allí recibe una primera atención por parte de las psicólogas y la abogadas. Una vez estabilizada y analizada su situación jurídica puede irse un tiempo con algún familiar o amigo, si lo desea, o bien ingresar en la casa de acogida, que suele estar en una provincia diferente a la de su residencia habitual, para evitar que el maltratador la localice. Cuando se considera que el peligro ha pasado para ella porque se han tomado las medidas judiciales y policiales oportunas, retorna a su hogar: «Si vemos que su situación es muy desestructurada y que carece de todo apoyo trabajamos en su inserción laboral y puede pasar al piso tutelado», explica Oriente.

La mayoría de las mujeres que se esconden en las casas de acogida lo hacen con sus hijos, y así, junto a las 189 mujeres que se refugiaron en este recurso el pasado año se atendieron a 249 menores.

Las responsables de este centro ponen en conocimiento de la Fiscalía de Malos Tratos la situación de acogida de estas mujeres, para que se le comunique a los jueces y así intentar suspender cautelarmente la visita de los padres a los hijos en tanto se resuelve la situación: «En algunos casos conseguimos esta suspensión cautelar del régimen de visitas, pero en otros casos no. Depende de los jueces y de las provincias. En Málaga se suele conceder», indicó Pilar Oriente.

Las expertas consideran que estas visitas son contraproducentes, tanto para los menores como para las mujeres, que ven peligrar su seguridad, ya que es frecuente que el padre obtenga información de los hijos sobre el lugar en el que se encuentra la madre: «También observamos que, en muchos casos, los niños regresan muy afectados de estas visitas. No queremos privar de este derecho, sólo plateamos que se suspenda de forma cautelar, en tanto se resuelve la situación».

La responsable del IAM indicó que en estos momentos, sólo en la capital, hay 56 mujeres con protección policial, a través de un móvil que las conecta de forma permanente con el agente asignado por la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección contra los Malos Tratos a la Mujer (UPAP) de la Policía Nacional.

En cuanto al balance presentado, durante el pasado año, los diferentes recursos dependientes del Instituto Andaluz de la Mujer en Málaga realizaron más de 40.000 atenciones, bien a través de los teléfonos 016 y 900 200 999, bien a través del Centro Provincial de la Mujer, o de los 20 centros municipales repartidos por la provincia.

Motivos de las llamadas

Aunque un elevado número de atenciones tuvieron relación con información referente la violencia de género, otras muchas llamadas solicitaban asesoramiento relacionado con separaciones y divorcios, y un grupo importante requerían información sobre empleo, creación de empresas, acoso laboral y derechos de las mujeres.

El balance de 2007 refleja otros dos datos importantes. Uno es el notable incremento de hombres que han llamado a alguno de los teléfonos de atención para solicitar información relacionada con el modo de actuar ante casos de violencia machista de los que tenían conocimiento en su entorno. Aunque la cifra sigue siendo baja -169 llamadas de hombres- su crecimiento sí es significativo, ya que ha pasado de representar el 1% en 2006 al 3,36% el pasado año. «Se trata de una tendencia significativa, por lo que representa de sensibilización», señaló José Luis Marcos, que recordó que el pasado año Andalucía ha aprobado su primera Ley de Igualdad, «que se desarrollará durante todo este año».

Por otro lado, las llamadas vuelven a poner de manifiesto que se registran casos de malos tratos a edades muy tempranas, ya que cerca de 80 correspondían a casos de menores de 20 años.

Amenazas a la salud y el desarrollo


Las consecuencias negativas del abuso se extienden más allá de la salud sexual y reproductiva de la mujer y llegan a afectar la salud general, el bienestar de sus hijos e incluso la estructura económica y social de las naciones. Al agotar la energía de la mujer, menoscabando su confianza en sí misma y comprometiendo su salud, la violencia sexual priva a la sociedad de la plena participación de la mujer. Como observa un informe sobre la violencia de UNIFEM (Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer), "La mujer no puede ofrecer plenamente su trabajo y sus ideas creadoras si vive oprimida por las cicatrices físicas y psicológicas del abuso".

La violencia como factor de riesgo de enfermedades

El ser víctima de la violencia es un factor de riesgo por una variedad de resultados perjudiciales para la salud. Además de causar lesión física inmediata y angustia mental, la violencia también contribuye a aumentar el riesgo de la mujer de tener mala salud en el futuro. Una amplia gama de estudios muestra que las mujeres que han experimentado abuso físico o sexual, sea en la niñez o en la vida adulta, corren un riesgo mayor de desarrollar problemas de salud subsiguientes.

Se ha vinculado la violencia a numerosos y serios problemas de salud, tanto inmediatos como a largo plazo. Estos incluyen problemas de salud física, como lesiones, síndromes de dolor crónico, y trastornos gastrointestinales, y una variedad de problemas de salud mental, inclusive ansiedad y depresión. La violencia también daña la salud al dar lugar a más tipos de comportamiento negativos, como el hábito de fumar y el abuso del alcohol y las drogas.

Como en muchos de los estudios iniciales sobre el abuso y la salud participaban mujeres que buscaban tratamiento médico, los resultados encontrados podrían haber exagerado la relación entre la violencia y la salud precaria. Pero en estudios recientes de grupos más representativos que incluyen muestras aleatorias de mujeres de la comunidad y de mujeres que visitaban establecimientos de atención primaria de la salud se han confirmado los vínculos existentes entre la condición de víctima y la mala salud.

En uno de estos estudios realizados en una importante organización de mantenimiento de la salud (HMO) del estado de Washington, Estados Unidos, se encontró que las mujeres que habían experimentado algún tipo de abuso en la niñez -- sea físico, sexual, emocional, o negligencia-- tenían una salud mucho más precaria que las demás mujeres de su edad. En el estudio se encontró que las mujeres que habían sido maltratadas en la niñez tenían más problemas de salud sexual y reproductiva, funcionamiento físico más deficiente, mayor comportamiento arriesgado y más síntomas físicos que las mujeres que no habían sufrido abuso. Además, la mujer media que había sido víctima de abuso en la niñez también tenía más diagnósticos en una amplia variedad de problemas de salud, inclusive enfermedades infecciosas, problemas de salud mental y trastornos crónicos como hipertensión, diabetes y asma.

Los estudios entre mujeres de los HMO ofrecen una buena oportunidad de examinar los efectos acumulativos de la violencia en la salud de la mujer puesto que los HMO generalmente suministran atención de salud a todos los socios, inclusive medicamentos, cirugía, visitas del médico y hospitalización. Colectivamente, estos estudios de los HMO sugieren tres conclusiones principales sobre las consecuencias para la salud del abuso físico y sexual de la mujer:

  • La influencia del abuso puede persistir por largo tiempo después de haber terminado.
  • Cuanto más grave es el abuso, más grave es su impacto en la salud física y mental de la mujer.
  • El impacto de diferentes tipos de abuso y numerosos episodios a lo largo del tiempo parece ser acumulativo.

La violencia es para la mujer causa importante de daño, desde lastimaduras y magullamientos de poca importancia hasta discapacidad permanente y la muerte. Los estudios basados en la población sugieren que 40% a 75% de las mujeres físicamente maltratadas por el compañero sufren lesiones en algún momento de su vida. Las consecuencias de esas lesiones pueden ser graves: en Canadá, 43% de las mujeres lesionadas por la pareja necesitaron atención médica, y 50% de las lesionadas tuvieron que pedir licencia en el trabajo.

En su forma más extrema, la violencia causa la muerte de la mujer. Se estima que, mundialmente, 40% a más del 70% de los homicidios de mujeres son cometidos por compañeros íntimos de éstas, a menudo en el contexto de una relación abusiva. En cambio, en sólo un pequeño porcentaje de los hombres asesinados la culpable es la compañera, y en esos casos las mujeres a menudo han estado defendiéndose o desquitándose de los hombres que abusaban de ellas.

Pero el resultado más común del abuso basado en el género no es la lesión física de la mujer. El abuso puede llevar a numerosas dolencias físicas, incluidos el síndrome del intestino irritable, los trastornos gastrointestinales y diversos síndromes de dolor crónico. Los estudios concuerdan en ligar esos trastornos a una historia de abuso físico o sexual . Las mujeres maltratadas presentan un funcionamiento físico reducido, más síntomas físicos y pasan más días en la cama que las mujeres que no han sido víctimas de abuso .


Coalición Nacional contra la Violencia en el Hogar

El póster estadounidense "El la golpeó 150 veces. Sólo le trajo flores una vez", nos muestra que la violencia doméstica es una causa principal de abuso contra la mujer. Más de la mitad de las mujeres maltratadas sufren lesiones, algunas de ellas mortales.

La violencia debilita la salud mental de la mujer

Muchas mujeres consideran que las consecuencias psicológicas del abuso son aún más serias que los efectos físicos. La experiencia del abuso suele destruir el amor propio de la mujer y la pone en mayor riesgo de problemas diversos de salud mental, como depresión, trastorno de estrés post-traumático, suicidio y abuso de alcohol y de drogas.

Depresión. Cada vez más se reconoce que la depresión es un importante problema de salud en todo el mundo. La situación es especialmente aguda entre las mujeres adultas, quienes en la mayoría de los países sufren de depresión en una proporción dos veces mayor que la observada en los hombres. Algunos investigadores han sugerido que, en su mayor parte, la diferencia entre la incidencia de depresión en las mujeres y en los hombres puede que no se deba a la biología, sino más bien a la pobreza, la discriminación basada en el género y a la violencia basada en el género. Las mujeres que sufren el abuso infligido por la pareja sufren más depresión, ansiedad y fobias que las que no lo han sufrido, según estudios de Australia, Nicaragua, Pakistán y los Estados Unidos.

La agresión sexual en la niñez o en la edad adulta también tiene estrecha relación con la depresión y los trastornos de ansiedad. Tienen mayor probabilidad de llevar a trastornos psicológicos el abuso sexual que tiene lugar antes de los siete u ocho años de edad, el abuso por más de un agresor, y el abuso que es frecuente o continúa por largo tiempo.

Trastorno de estrés post-traumático. Muchas mujeres maltratadas experimentan trastorno de estrés postraumático (TEPT), un trastorno de ansiedad agudo que puede ocurrir cuando una persona atraviesa o presencia un acontecimiento traumático en el que siente una impotencia abrumadora o amenaza de muerte o lesión. Son síntomas de TEPT revivir mentalmente el acontecimiento traumático mediante reviviscencias; tratar de evitar todo lo que le recuerde a uno el trauma; quedar emocionalmente adormecido; experimentar dificultades para dormir y concentrarse, y alarmarse o sobresaltarse fácilmente.

La violación, el abuso sexual en la niñez y la violencia en el hogar son algunas de las causas más comunes del TEPT en la mujer. La probabilidad de que una mujer desarrolle TEPT después de ser violada oscila entre el 50% y el 95%, de acuerdo con estudios llevados a cabo en Francia, Nueva Zelandia y los Estados Unidos. En los Estados Unidos se encontró en un estudio que los efectos psicológicos de la violación eran comparables con los efectos de las torturas o el rapto.

Suicidio. Para algunas mujeres el peso del abuso es tan grande que se quitan la vida o tratan de hacerlo. Los estudios de numerosos países, incluidos Nicaragua, Suecia y los Estados Unidos, han mostrado que la violencia en el hogar está estrechamente relacionada con la depresión y el suicidio subsiguiente. Las mujeres maltratadas que desarrollan TEPT son aparentemente las que más tienden a tratar de suicidarse.

El intento de suicidio también es más probable entre las mujeres que han experimentado agresión sexual sea en la niñez o en la vida adulta que entre otras mujeres. La conexión sigue siendo fuerte aún después de controlar factores de riesgo individuales como la edad y educación de la mujer y la presencia de síntomas de TEPT y trastornos psiquiátricos.

Uso de alcohol y de drogas. Las víctimas de la violencia del compañero y las mujeres que han sufrido abuso durante la niñez tienen más probabilidad que otras mujeres de abusar del alcohol y las drogas, aún después de controlar otros factores de riesgo como uso anterior, ambiente familiar, o alcoholismo de los progenitores. En una encuesta de mujeres que buscaban atención primaria de salud, las que habían sido maltratadas por la pareja en el curso del año anterior tendían tres veces más que las que no habían recibido malos tratos a beber grandes cantidades de alcohol y cuatro veces más a usar drogas.

¿Tratan las mujeres maltratadas de neutralizar sus reacciones al trauma adormeciendo sus sentidos con alcohol y drogas? ¿O es que las mujeres que usan alcohol y drogas tienen más tendencia a llevar una vida que las pone en mayor riesgo de ser maltratadas por los hombres? En los Estados Unidos se llevó a cabo un estudio longitudinal de 2 años de duración en el que se trató de responder a esta pregunta.

En el estudio citado se encontró que las mujeres que usaban drogas ilícitas, pero no las que usaban alcohol, estaban más expuestas a ser agredidas en los dos años siguientes de seguimiento. Como se preveía, toda la historia reciente o pasada de agresión estaba relacionada con tasas mayores de uso de alcohol y drogas, incluso después de controlar el uso anterior y otros factores. Estos resultados sugieren que el mayor uso de alcohol es más bien una respuesta al hecho de haber sido víctima de abuso, en tanto que el uso de drogas aumenta el riesgo de ser tomada como víctima al mismo tiempo que la condición de víctima aumenta la probabilidad de usar drogas.

El conflicto entre los progenitores comúnmente afecta a los hijos pequeños. Los niños que presencian actos de violencia marital enfrentan un riesgo mayor de problemas emocionales y de comportamiento como ansiedad, depresión, desempeño escolar deficiente, escaso amor propio, desobediencia, pesadillas y problemas de salud física. Esos niños también muestran mayor tendencia a actuar agresivamente durante la niñez y la adolescencia.

Los niños que presencian episodios de violencia entre los padres suelen desarrollar muchos de los mismos problemas de comportamiento y psicológicos que los niños que han sido víctimas de abuso. En Nicaragua los niños de mujeres maltratadas tienen una probabilidad más de dos veces mayor que los otros niños de tener problemas de aprendizaje, emotivos y de comportamiento, y una probabilidad siete veces mayor de sufrir abuso físico, sexual o emocional. Entre las mujeres maltratadas de Nicaragua, 49% dijeron que sus hijos presenciaban a menudo los episodios de violencia, lo mismo que 64% de las mujeres de Irlanda y 50% de las mujeres de Monterrey, México.

En estudios realizados en Estados Unidos se ha encontrado que en 30% a 60% de las familias en las que los maridos maltratan a sus esposas, los niños también son maltratados. La experiencia clínica sugiere que esta modalidad existe también en el mundo en desarrollo. Mientras que las reacciones de los niños a la violencia varían de acuerdo con la edad, el sexo y el apoyo social que reciben, los niños que presencian y experimentan actos de violencia exhiben los problemas de comportamiento más graves.

La violencia también puede afectar la supervivencia del niño. En León, Nicaragua, los investigadores encontraron que los hijos de mujeres cuyos compañeros les infligían abuso físico y sexual tenían una probabilidad seis veces mayor que los otros niños de morir antes de cumplir los cinco años. En el estudio se controlaron otros factores que influyen en la supervivencia de los lactantes y los niños. Un tercio de todas las defunciones infantiles en este entorno eran atribuibles a la violencia del compañero. En un estudio realizado en los estados indios de Tamil Nadu y Uttar Pradesh también se encontró que las mujeres que habían recibido malos tratos tenían mucha más probabilidad que las mujeres no maltratadas de perder un hijo o un embarazo por aborto provocado o espontáneo o parto de un mortinato. En el estudio se controlaron otros factores que influyen en la mortalidad infantil, como educación, edad y paridad de la madre.

Si bien no está claro de qué manera exactamente la violencia en el hogar afecta la supervivencia de los hijos, una explicación es que los hijos de madres que fueron maltratadas tienen una probabilidad mayor de nacer con bajo peso, factor ésta que incrementa el riesgo de morir durante la infancia o la niñez. Otra posible explicación es que las madres con compañeros violentos pueden tener menos amor propio, menos movilidad, poder de negociación más débil y menos acceso a recursos, y por lo tanto son menos capaces de mantener sanos a sus hijos.

El abuso basado en el género dificulta el desarrollo

Además de los costos humanos, la violencia contra la mujer dificulta la participación de ésta en la vida pública y socava el bienestar económico de las sociedades. Si bien las técnicas para estimar los costos económicos y sociales de la violencia son imperfectas, los estudios han comenzado a dar a conocer las distintas maneras en que la violencia basada en el género menoscaba la participación de la mujer, reduce su productividad y eleva los costos en la economía, incluso los costos de la atención médica.

Participación de la mujer. La violencia contra la mujer obstaculiza su participación en los proyectos de desarrollo y reduce su contribución al desarrollo social y económico. En México, un estudio en el que se trataba de aprender por qué las mujeres a menudo dejaban de participar en proyectos de desarrollo reveló que las amenazas de los hombres eran una importante razón. Los hombres percibían la creciente participación de la mujer en la sociedad como una amenaza para el control ejercido por ellos y las golpeaban para que dejaran de participar. En Papúa Nueva Guinea algunos maridos han impedido que las esposas asistan a las reuniones dejándolas encerradas en la casa, arrancándolas del vehículo que las llevaba a las reuniones, o persiguiéndolas y arrastrándolas hasta la casa.

Aun si los hombres no impiden la participación de las mujeres, pueden valerse de la fuerza para privarlas de sus beneficios. Las mujeres que participan en los planes de microcrédito en Bangladesh y Perú y las que trabajan en la industria del vestido en las maquiladoras de México declaran que los maridos suelen golpear a sus esposas y quitarles lo que han ganado.

Para evitar la violencia, muchas mujeres no se comportan naturalmente, sino que adoptan el comportamiento que consideran aceptable para el compañero, "convirtiéndose así en sus propias carceleras". En Papúa Nueva Guinea, por ejemplo, en un estudio del Departamento de Educación se encontró que la razón principal que las maestras aducían para no aceptar los ascensos era el temor de que provocaran más violencia de parte del marido.

Esos temores pueden llevar a producir efectos adversos en la salud de las mujeres y sus familias y a reducir, además, las entradas. El temor a la violación, por ejemplo, ha contribuido a la desnutrición de las familias etíopes refugiadas en campamentos en la zona fronteriza con Sudán. Las refugiadas etíopes encuestadas decían que temían ser violadas cuando salían a juntar leña. En efecto, muchas de ellas habían sido violadas durante las incursiones de 2 a 3 horas de duración para buscar combustible. En Gujarat, India, las promotoras de salud rurales que discutían los obstáculos que encontraban en el trabajo citaban especialmente su resistencia a ir solas de una aldea a otra porque temían que las violaran. Pidieron que se les enseñaran técnicas de autodefensa para continuar con su trabajo.

Productividad de la mujer. Los investigadores han sólo empezado a explorar el impacto posible de la violencia en la participación de la mujer en la fuerza de trabajo y en sus ingresos, y los estudios presentan conclusiones discordantes. En estudios realizados en Santiago, Chile, Managua, Nicaragua y Chicago, Estados Unidos, por ejemplo, el impacto de la violencia en el hogar en la probabilidad de la mujer de estar empleada variaba grandemente. Algunas mujeres trabajaban menos a fin de proteger a sus hijos o porque sus compañeros no las dejaban trabajar, mientras otras buscaban empleo para reducir su dependencia económica del agresor.

La violencia en el hogar parece, empero, tener un impacto uniforme en los ingresos de las mujeres y en la capacidad de permanencia en el trabajo de éstas. En el estudio de Chicago se encontró que era más probable que las mujeres con historias de violencia en el hogar experimentaran intervalos de desempleo, cambiaran más a menudo de trabajo y sufrieran más problemas de salud física y mental que podían afectar su desempeño en el trabajo. También tenían ingresos más bajos y era más probable que recibieran asistencia pública. De la misma manera, en Managua las mujeres maltratadas ganaban 46% menos que las que no sufrían malos tratos, aun después de controlar otros factores que influyen en las entradas.

La información obtenida en Estados Unidos sugiere que el abuso en la niñez también puede contribuir a reducir los logros educacionales y el ingreso de la mujer. Batya Hyman encontró en sus estudios que las mujeres que sufrieron abuso sexual en la niñez ganaban 3% a 20% menos anualmente que las mujeres que no lo sufrieron, según el tipo de abuso experimentado y el número de agresores. El abuso incestuoso influía directamente a través de su impacto en el estado de salud. Las mujeres que habían sufrido abuso sexual por extraños sufrían un efecto directo adicional en el ingreso.

Costos para la economía. Para los países los costos de la violencia basada en el género son considerables. Por ejemplo, en un estudio realizado en Canadá en 1995, se estimó que la violencia contra la mujer le costó al país 1.500 millones de dólares canadienses (US$1.100 millones) en productividad de trabajo perdida y llevó a un aumento del uso de servicios de asistencia comunitarios. En otro estudio de Canadá se encontró que el costo de la violencia contra la mujer era mucho más alto, después de incluirse los costos de los servicios sociales, justicia penal, trabajo y empleo y el sistema de atención de salud. En este estudio se estimó que el abuso físico y sexual de las niñas y mujeres le costó a la economía 4.200 millones de dólares canadienses por año, de los cuales el gobierno desembolsa casi 90%.

Naturalmente, las mujeres que han experimentado agresión física o sexual sea en la niñez o en la vida adulta recurren a los servicios de salud más a menudo que las demás mujeres, como lo demuestran estudios de Nicaragua, los Estados Unidos y Zimbabwe . El promedio de intervenciones quirúrgicas, visitas al médico y la farmacia, hospitalizaciones y consultas acerca de la salud mental durante toda la vida de las víctimas de abuso es superior al de las demás mujeres, aun después de tener en cuenta otros factores que influyen en el uso de los servicios de atención de salud.

Esa mayor necesidad de atención agrega considerables costos a los servicios de salud. Por ejemplo, en el estudio de HMO del estado de Washington, Estados Unidos, se estimó que el costo añadido relacionado con el abuso en la niñez para este plan solamente superaba los US$8 millones por año. En otro estudio de HMO de Estados Unidos se encontró que las mujeres víctimas de la violencia del compañero le cuestan al plan de salud 92% más que una muestra al azar de mujeres que recibieron servicios del plan de salud ese mismo año. Los costos extra no se debían a los costos en exceso de la sala de servicios de urgencia.