martes, 25 de marzo de 2008

Los Menores Asisten Como Testigos Al 10% De Las Muertes Por Violencia De Género En El Hogar


Los colectivos que trabajan con los hijos piden la creación de módulos específicos para atender estos casos en EuskadiVITORIA. "A mí me dan el palo, pero es a él al que le duele más". Las madres que sufren violencia de género saben que sus hijos, testigos de las palizas, también son víctimas. Son golpes visuales que cambian el rumbo de su infancia y condicionan su desarrollo. Sin embargo, ni siquiera en el informe que ayer presentó en Vitoria Save the Children queda registrado el número de niños que viven esta situación en Euskadi, "porque todavía no son considerados víctimas". En el estudio ha colaborado el Instituto de Reintegración Social de Bizkaia (IRSE).

Los malos tratos han dejado sin vida en los primeros meses de este año a 15 mujeres, una de ellas en Euskadi. En un 10% de estos casos los hijos fueron testigos del crimen. La realidad es que en el entorno en el que viven estos menores la violencia es un modo de entender las relaciones. "Por este hecho los niños ya son víctimas".

La coordinadora de la investigación presentada por la organización a nivel estatal, Pepa Horno, reivindicó el desarrollo de "medidas específicas y diferentes" para atender las necesidades de estos niños "independientemente de las de sus madres". La Ley Integral de Violencia de Género reconoce los efectos que esta situación tiene en los hijos, pero no incluye medidas dirigidas con exclusividad al menor.

El abogado Antonio Perdices y coordinador de la investigación en Euskadi señaló que en estos casos el menor es "una especie de mochila" que llevan los padres. Un equipaje "invisible en las estadísticas" para el que no existen recursos ni tiempo.

Entre los aspectos que hay que mejorar en el País Vasco, Perdices destacó la falta de recursos específicos para estos niños: un sistema social centrado en los recursos residenciales (Euskadi cuenta con 53 centros de acogida), tiempo de atención insuficiente, falta de espacios adecuados para los niños y barreras arquitectónicas en algunos recursos.

Siete niños murieron en 2005 por fenómenos vinculados con la violencia de género. En 2005 fallecieron 72 mujeres a manos de sus parejas y se registraron 59.758 denuncias por violencia de género en el Estado, 2013 en el País Vasco.

falta de apoyo psicosocial "Me gusta el grupo porque me hacen no recordar las cosas malas de mi padre". Esta frase, pronunciada por un niño que vive en un centro de acogida, resume la diferencia entre atender o no a estos pequeños.

Un menor espera en el pasillo de la comisaría. Sus padres están dentro y nadie le explica qué ha pasado, por qué y qué sucederá en un futuro. Todos los profesionales consultados por Save the Children quedaron satisfechos con los recursos y el sistema que se ha puesto en marcha a partir de la Ley Integral de Violencia de Género, "pero admiten que las ayudas se han localizado en los ámbitos policial y judicial, olvidando en ciertos momentos el apoyo psicosocial a las víctimas", afirma Horno.

El "caballo de batalla" de esta organización, según apuntó Horno, se centra en los procedimientos judiciales. Save the Children aboga por la suspensión del régimen de visitas "hasta que no se haga una evaluación de la situación familiar". Las visitas fueron creadas para fomentar la mediación, pero "cuando hay violencia, la mediación no es posible".

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